El miedo de saber nos condena a la ignorancia; El miedo a des-hacer, nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de re-cordar, nos enferma de amnesia: pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final. De lo contrario no empieces siquiera. Tal vez suponga perder novias, esposas, familia, trabajo, y quizá la cabeza. Tal vez suponga no comer durante tres o cuatro días. Tal vez suponga helarte en el banco de un parque. Tal vez suponga la cárcel. Tal vez suponga humillación. Tal vez suponga desdén, aislamiento… El aislamiento es el premio, todo lo demás es para poner a prueba tu resistencia, tus auténticas ganas de hacerlo. Y lo harás, a pesar del rechazo y de las ínfimas probabilidades. Y será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. No existe una sensación igual. Estarás solo con los dioses, y las noches arderán en llamas. Llevarás las riendas de la vida hasta la risa perfecta. Es por lo único que vale la pena luchar.”